Son muchos los médicos que recomiendan baños de mar y tratamientos con aguas termales, hoy algunos recetan baños de bosque. Distintos estudios avalan sus propiedades altamente terapéuticas para el ser humano.
Cada vez son más las investigaciones que tratan de explicar de manera científica esa sensación de calma, relajación y vitalidad que siente la gran mayoría de personas, cuando pasamos tiempo en la naturaleza.
Estudios recientes mostraron que los habitantes de las ciudades están expuestos a factores estresantes de manera continua, y que la vida urbana está relacionada con un mayor riesgo de problemas de salud, sobre todo, de salud mental. Debido al estrés, ira, depresión, irritabilidad, entre otros sentimientos y trastornos que esto puede desencadenar.
- Teoría de Ulrich (1983)
Este arquitecto e investigador de la Universidad de Suecia, sostiene que la exposición a la naturaleza tiene como consecuencia directa la reducción de estrés. Demostró que la recuperación tras una situación de estrés es más rápida en espacios naturales que en espacios urbanos.
- Hipótesis de la Biofilia de Wilson (1984)
Dicha hipótesis se basa en que biológicamente estamos programados para buscar la conexión con la naturaleza y, cuando la alcanzamos, se incrementa nuestra sensación de bienestar.
- Teoría de la restauración de la atención de Kaplan (1995)
- Kaplan sostiene que la vida urbana moderna implica un ritmo excesivamente acelerado, y una sobreexposición a estímulos que requieren de nuestra atención y provocan fatiga cognitiva.Al contrario, el entorno natural no requiere atención psicológica directa y proporcionan un refugio para la mente.
Con estas teorías e hipótesis podemos deducir nosotros mismos que un ambiente natural nos permite restaurar nuestras capacidades psicológicas para continuar con nuestras labores eficazmente.
¿y tú? ¿Has experimentado cómo te sientes después de estar en contacto con la naturaleza?